En primer lugar, Un hogar sin liderazgo apropiado va a la ruina, por eso necesitamos hogares sanos y fuertes para que podamos tener una iglesia sana y fortalecida por el poder del Espíritu Santo.

 

Ademas, He podido comprender que, donde hay un hombre sano y fuerte, habrá un hogar sano y fuerte, y donde hay un hogar sano y fuerte, habrá una iglesia saludable y fuerte, y una iglesia produce una comunidad y la comunidad una ciudad y la ciudad un país sano y fuerte.

Colombia y el mundo serán alcanzado para Cristo; pero es necesario comprender que sin capacitarnos en la palabra de Dios (la Santa Biblia) no podemos avanzar en la visión que nos ha sido encomendada para alcanzar nuestros hogares para Cristo. (Mateo 28; 18 – 20).

 

Igualmente, necesitamos un “NUEVO AMANECER” un despertar glorioso, y Dios es el que produce en nosotros el querer como el hacer por su buena voluntad.

La visión: “familias sanas y fuertes” como lo lograremos: En primer lugar: Dios produce en nosotros para que produzca en nosotros debe haber UNCIÓN (1 Juan 2; 20). La UNCIÓN produce FIDELIDAD y la FIDELIDAD hace que podamos desarrollar carácter y espiritualidad.

 

En segundo lugar, con la UNCIÓN PODEMOS DESARROLLAR LA Misión a través de la guianza de Dios por medio del trabajo o del servicio. Todo buen seguidor de Jesús lo demuestra siendo un buen servidor de JESUS. Hoy se le llama “LIDER” o “MINISTERIO”.

Quien ejerce el llamado el “Liderazgo” o “Ministerio” sería mejor llamarle servidor o servidora. Pero Ante todo estamos llamados a la OBEDIENCIA. Que significa “estar bajo AUTORIDAD DE”. Estar bajo autoridad no significa esclavitud, dominación, imposición.

Finalmente, La autoridad de los seguidores de Cristo se hace a partir de una actitud de servicio. En el Reino de los cielos es mayor el que sirve A los demás y no el que se sirve de los demás (Marcos 10; 35 – 45).