Reflexiones

Reflexión Pastoral 21 de Abril

LA GLORIA DE DIOS

LA VIDA FUERA DE NUESTRO AMBIENTE NATURAL. La pérdida de la gloria de Dios en la tierra fue una tragedia, la cual podemos ver gráficamente en el recuento de la muerte de Eli, el sumo sacerdote y juez de Israel. Elí juzgo a Israel duvvv localizado (el centro de adoración) al enterarse quvvr el arca del pacto (el lugar donde la presencia de Dios se manifestaba) había sido tomada por los filisteos quienes eran enemigos de los israelitas, Elí cayó hacia atrás y se desnuco. Cuando la nuera de Elí se enteró de la muerte del juez, y de la muerte de su esposo a manos de los filisteos, entró en parto prematuro y dio a luz un hijo. Antes de morir, ella llamó a su hijo Icabod, diciendo, ”!Traspasada es la gloria de Israel!” En hebreo, la palabra, Icabod significa “sin gloria”. La gloria manifestada de Dios se fue de Israel cuando el arca fue tomada.  Silo, que hasta ese momento era el centro de la adoración hebrea, nunca más pudo recuperar esa distinción. Es muy triste cuando la presencia de Dios se aleja, donde la santidad no es fomentada, donde los milag os, la sanidad y el poder de Dios ya no es evidente, quiere decir que ese lugar esta sin gloria y eso equivale a muerte. RESTAURADOS PARA LA GLORIA. La Biblia dice, El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. 2ª Pedro 3:9. Dios proveyó un camino por el cual podemos ser restaurados a Él y a su gloria, e implementó un plan de acción para rescatarnos, que incluía: 1. Enviar a su Hijo, Jesús, a nacer y crecer en la tierra como un hombre, para que viviera una vida completamente libre de pecado. 2. Al morir en la cruz como nuestro sustituto, Jesús tomó el castigo por nuestros pecados. 3. Al ser levantado de entre los muertos y ascender al cielo, Jesús conquistó el pecado y la muerte. Con el derramamiento de su sangre, Jesús redimió a la humanidad del pecado y la enfermedad: y con su resurrección nos dio acceso a la vida eterna. El objetivo final del sacrificio de Jesús fue restaurar a la humanidad al ámbito de la gloria de Dios para la cual fuimos creados. Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que, habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos. Hebreos 2:10. Cuando somos reconciliados con Dios por medio de Jesús, recibimos su Espíritu Santo, entonces nuestro espíritu es trasladado de muerte a vida y tenemos acceso a su gloria. Espiritualmente hablando, ahora podemos vivir en la atmosfera del cielo. Todavía tenemos que morir físicamente porque nuestro cuerpo aún tiene que pasar el proceso de la resurrección en gloria para la eternidad (Un evento que tomara lugar cuando Jesús regrese) 1ª Corintios 15: 42-45. Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en a corrupción, resucitará e incorrupción; se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder;  se siembra a cuerpo natural, resucitará cuerpo b espiritual. El plan de salvación demuestra que, aunque la humanidad pecó, el propósito de Dios se cumplirá de acuerdo a este ciclo: La gloria de Dios estuvo presente en el principio de la creación, y se manifestará poderosamente en los últimos días, y seremos retornados a vivir en su presencia. La obra redentora de Jesús nos permite acercarnos, caminar hacia, y vivir nuevamente de acuerdo con la gloria de Dios, en espíritu, alma y en gran medida, en cuerpo. Esto no será fácil, pero si creemos y perseveramos, iremos de “gloria en gloria” 2ª Corintios 3.18.

Pastora Maria de Machuca