Reflexiones

Reflexión Pastoral 28 de Marzo

MANIFESTANDO LA GLORIA DE DIOS DONDE QUIERA QUE TU VAS

Dios le advirtió a Jeremías que la nación entera se volvería contra él y rechazaría sus profecías. Sin embargo, Dios prometió, “…pelearán contra ti, pero no te podrán vencer, porque yo estoy contigo para salvarte y librarte… ” Jeremías  15:20. Dios estaba diciendo, “No importa si un país entero se pone en contra tuya, Jeremías.

Lo único que importa es que mi presencia está contigo. ¡Ten confianza, yo estoy contigo!” Existe una condición para conseguir y mantener la presencia de Dios en nuestras vidas. Esta condición se encuentra en 2º Crónicas 15. En el capítulo anterior, el rey Asa había dirigido los ejércitos de Judá a una gran victoria contra el ejército de un millón de hombres de Etiopía. Sin embargo, Asa testificó que fue la presencia de Dios que dispersó al enemigo: “Entonces Asa invocó al Señor su Dios, y dijo: Señor, no hay nadie más que tú para ayudar en la batalla entre el poderoso y los que no tienen fuerzas; ayúdanos, oh Señor Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos y en tu nombre hemos venido contra esta multitud… Y el Señor derrotó a los etíopes delante de Asa…” 2º Crónicas 14:11-12.

Mientras Asa y sus ejércitos tomaban la delantera en la procesión triunfal de regreso a Jerusalén, un profeta llamada Azarías los encontró a la entrada de la ciudad con este mensaje de Dios: “Oídme, Asa y todo Judá y Benjamín: el Señor estará con vosotros mientras vosotros estéis con él. Y si le buscáis, se dejará encontrar por vosotros; pero si le abandonáis, os abandonará.

Y por muchos días Israel estuvo sin el Dios verdadero, y sin sacerdote que enseñara, y sin ley. Pero en su angustia se volvieron al Señor, Dios de Israel, y le buscaron, y él se dejó encontrar por ellos.” (15:1-4) Este es el secreto de conseguir y mantener la presencia de Dios en tu vida. El Señor le recordó a Asa, claramente, sin rodeos: “Asa, nunca olvides como conseguiste esta victoria.

Me buscaste con todo tu corazón, te volviste a mí completamente, cuando estabas en problemas – y yo te envié mi presencia. ¡Fue mi presencia que hizo huir a tus enemigos!” Ahora Azarías le estaba diciendo a Asa, “Recuerdas, ¿cómo estaba el reino antes que tomaras el poder? Todo estaba descentrado, sin ley, sin dirección, sin enseñanza recta. ¡Todos eran una ley a sí mismos, haciendo como les pareciera!” Esta es una imagen correcta de muchos hogares cristianos en la actualidad.

Todo está fuera de orden, sin autoridad, paz o descanso. Todos hacen como les place. Muchas de las tales familias se han convertido en desordenes trágicos y disfuncionales. Sin embargo, no tiene que ser así. Ningún hogar cristiano tiene que permanecer disfuncional.

Las promesas de Dios no cambian y su palabra promete, “Por el resto de tu vida – mientras continúes buscándome – yo estaré contigo. ¡Cada vez que clames a mí, siempre seré hallado por ti!” Esta no es una teología complicada. Sencillamente, si ambos, esposo y esposa – o uno de los dos – están buscando del Señor, no hay necesidad para que su hogar este agitado o “sin ley.”

Cualquiera puede tener la presencia del Señor, si él o ella sencillamente buscan de él. “…el Señor estará con vosotros mientras vosotros estéis con él….” (15:2) La palabra hebrea para “estáis” o buscar aquí es “matsa” que significa, “su presencia que viene a capacitar, a bendecir.” En resumen, este verso nos dice, “Busca al Señor con todo tu corazón, y él vendrá a ti con su presencia. ¡Ciertamente, su presencia será un poder todopoderoso que emanará de tu vida!”

Pastora María de Machuca