Reflexiones

Reflexión Pastoral 3 de Mayo

LA GLORIA DE DIOS

CREANDO UNA ATMÓSFERA DE ADORACIÓN PARA TRAER SU PRESENCIA

LA ADORACIÓN A DIOS Y LOS SENTIMIENTOS. Casi todas las canciones tienen acompañamiento de instrumentos musicales para lograr que la canción toque nuestros sentimientos.

Cuando adoramos a Dios con música, la letra expresa lo que pensamos de él y la música lo que sentimos hacia Dios.   LA ADORACIÓN A DIOS Y NUESTRO CUERPO. Cuando adoramos a Dios por medio de la música también involucramos nuestro cuerpo con expresiones tales como: Levantar las manos como una señal de entrega y dulce expresión de nuestras obras al Creador.

Es también una señal de agradecimiento y de entrega. Salmo 134: 2. Alzad vuestras manos al Santuario y bendecid al Señor. Postrarse y Arrodillarse: esta es una actitud o gesto de humildad, reconociendo la reverencia que debemos tener ante la presencia de Dios: Salmo 95: 65. Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová Nuestro Hacedor.

En silencio: Es un momento muy especial en la adoración, ya que callamos nuestra lengua y pensamiento para esperar y escuchar la voz de Dios: Salmo 3: 7ª. Guarda silencio ante Jehová, y espera en él. BENEFICIOS DE LA ADORACIÓN. Aunque la adoración va dirigida completamente a Dios, ésta trae muchos beneficios a los que la practican: CARÁCTER TRANSFORMADO.

Ya que con la adoración tocamos el corazón de Dios a través de una relación personal, nuestro carácter comienza a ser transformado mediante el poder de la presencia del Espíritu Santo.

Esto nos enseña que cuando mantenemos una relación de amigos con Dios, somos cambiados poco a poco para ser como Jesús era mientras estaba aquí en la tierra.

TENEMOS COMUNIÓN CON OTROS HIJOS DE DIOS. Cuando estamos adorando a Dios con otros hermanos, comenzamos a sentir el mismo amor de Dios para ellos produciéndose una gran unidad, hasta llegar a sentir que somos la Familia de Dios. DIFERENCIA ENTRE ALABANZA Y ADORACIÓN.

La alabanza es una expresión exuberante, clamorosa y entusiasta, que a menudo incluye muchas palabras y demostración física. Por su parte, la adoración usa pocas palabras (a veces las palabras ni siquiera son necesarias; hay un silencia total) porque tiene que ver más con el derramar interno de nuestros corazones delante de Dios, pidiéndole que Su presencia soberana se manifieste.

De una profunda adoración vendrá la guía para el futuro de un individuo, una familia, una ciudad o una nación. Para ayudarnos a distinguir mejor entre estas dos maneras de ir delante de Dios, veamos algunas de sus principales diferencias: La alabanza se enfoca en proclamar las obras de Dios. La adoración se enfoca en la persona de Dios.

La alabanza es iniciada por nosotros. La adoración es la respuesta de Dios a nuestra alabanza. Alabar es buscar a Dios. Adorar es ser encontrado por Él. La alabanza aumenta la unción. La adoración trae la gloria. Alabar es como construir una casa para Dios. Adorar es Dios mudándose a vivir a esa casa. En la alabanza hablamos acerca de Dios.

En la adoración le hablamos a Dios, y Él nos responde.  En la alabanza somos conscientes del amor y grandeza de Dios. En la adoración, somos conscientes de Su santidad. La alabanza es el desfile del Rey. La adoración es Su coronación. Continuará la próxima semana

Pastora María de Machuca