Reflexiones

Reflexión Pastoral 12 de Julio

LA TRANSICIÓN DE LA ALABANZA A LA ADORACIÓN. 

LA VERDADERA ADORACIÓN ES INTIMIDAD CON DIOS. La adoración corporativa en las iglesias también se convertirá en la parte más larga del servicio, porque la gente entrará en Su presencia y se quedará allí. Dios le hablara a su pueblo, a cada persona, como un amigo.

Entonces, la transformación de corazones se acelerará y, entre otras cosas, no pasarán años para que los creyentes desarrollen madurez espiritual. Cuando Dios está satisfecho con nuestra adoración, su presencia va con nosotros a todas partes e interviene en cada situación.

Veremos milagros inusuales, señales, maravilla y transformaciones como nunca antes. La saturación de la presencia de Dios, en una atmosfera creada por alabanza y adoración, producen milagros que transforman vidas.

Tú puedes experimentar lo mismo si cambias la manera en que adoras, y generas una atmosfera de adoración al Dios verdadera, ¡Una atmosfera donde todo es posible! ahora mismo, la firma o el sello de Dios en la tierra es la adoración. DÓNDE COMIENZA NUESTRO ESTILO DE VIDA DE ADORACIÓN. Salmo 34: 1 Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca. Algunos tienen la impresión que la adoración como estilo de vida es creado desde el pulpito, pero eso no es verdad. Este sólo puede ser desarrollado en nuestro tiempo de intimidad, cuando estamos a solas con el Señor. Después de eso, es trasladado a la iglesia, a la congregación de todos los santos. Salmo 149: 1 Cantad a Jehová cántico nuevo; Su alabanza sea en la congregación de los santos.

Por lo tanto, cada cristiano es responsable de llevar su propia adoración a la iglesia. En otras palabras, nuestra adoración empieza en casa (en nuestro lugar de oración, oficina o carro, en nuestro lugar secreto con Jesús) y nos sigue dondequiera que vayamos, todo el tiempo.

Podemos pasar la mitad de nuestro tiempo con Dios adorándole, esto no quiere decir que sea una regla que todos debemos seguir. Solo quiere decir que pases la mitad de tu tiempo de oración en adoración. Dale gracias a Dios, alábale por su fidelidad y por lo que ha hecho en tu vida. Adóralo como tu Señor y tu Rey.

Háblale como a tu Padre Celestial, ten comunión con Él (declara tu amor por Él) háblale de tu disposición para obedecer cualquier cosa que Él te diga que hagas. Espera en Él, escucha para oír lo que Él quiera decirte es ese momento. Aprende a buscar Su presencia cuando nadie te está observando, porque tu adoración es sólo para Él, no para que otros vean.

Una pregunta que se debe hacer a los creyentes es ¿Cómo es tu vida privada de oración, cuando nadie te está viendo? Es bueno saberlo porque tu experiencia cristina depende de ello. Aquí radica la razón por la que muchos líderes de alabanza son inefectivos cuando tratan de entrar en la presencia de Dios, para después guiar al pueblo.

Muchos no tienen una vida privada de adoración. Si no conocen a Dios, si no saben cómo entrar en Su presencia, o no saben cómo tener intimidad espiritual con Él, ¿cómo van a poder guiar a la gente a entrar en esa presencia? Tú no puedes realmente guiar a nadie adonde tu no has ido. Esto no es como señalar un punto en un mapa.

Si el Espíritu Santo no te ha guiado a ti durante tu tiempo de intimidad con Él, entonces tu no tendrás idea de cómo llegar allí. Continuará la próxima semana

Pastora María de Machuca