Reflexiones

Reflexión Pastoral 19 de Diciembre

EL TIEMPO DE DIOS ES AHORA PARA SEGUIR AL REY DE REYES

LOS TIEMPOS EN LA BIBLIA. Puesto que la Biblia indica la edad de Adán en años (Génesis 5:3-5) es razonable que la cuenta empezase al tiempo de su creación, y si verdaderamente ocurrió en otoño. explicaría hasta cierto grado la práctica antigua de comenzar el nuevo año en ese tiempo. Además, esta manera de contar los años encajaba con la vida agrícola de la gente, en especial en aquella parte de la Tierra, donde se concentraron tanto los pueblos antediluvianos como los que vivieron durante los primeros años posteriores al Diluvio.

El año terminaba con el último período de cosecha y empezaba con los trabajos de arar y sembrar a comienzos del actual mes de octubre.

AÑO SAGRADO Y AÑO SEGLAR. Al tiempo del éxodo de Egipto, Dios cambió el comienzo del año para la nación de Israel y decretó que empezara en el mes primaveral de Abib o Nisán (Éxodo 12:1-14; 23:15) Sin embargo, el año seglar o agrícola seguía comenzando en otoño, por lo que cuando en Éxodo 23:16 se habla de la fiesta de la recolección -que se celebraba en el séptimo mes otoñal del calendario sagrado, Etanim-, se dice que era “a la salida del año”, mientras que Éxodo 34:22 dice “al término del año”. De igual modo, las estipulaciones concernientes a los años de Jubileo muestran que estos empezaban en el mes otoñal de Etanim (Levitico 25:8-18) El historiador judío Josefo (del siglo I d.C.) dice que el año sagrado, que empezaba en la primavera, se empleaba para las observancias religiosas, mientras que el año seglar original, que empezaba en el otoño, se usaba con relación a las actividades de vender y comprar, y otros asuntos cotidianos. 

El regirse por un año sagrado y un año seglar fue especialmente notable en el período postexílico, es decir, después de la liberación de los judíos de Babilonia. El primer día de Nisán o Abib marcó el comienzo del año sagrado, y el primer día de Tisri o Etanim marcó el comienzo del año seglar. De manera que el primer mes de un calendario llegó a ser el séptimo del otro y viceversa.

LAS FIESTAS ESTABAN EN CORRELACIÓN CON EL AÑO AGRÍCOLA. Las ocasiones más importantes de cada año eran las tres grandes temporadas festivas decretadas por Jehová Dios: la celebración de la Pascua, el 14 de Nisán (seguida de la fiesta de las tortas no fermentadas); la fiesta de las semanas o Pentecostés, el 6 de Siván, y la fiesta de la recolección (precedida por el Día de Expiación) que se celebraba del 15 al 21 de Etanim.

La fiesta de las tortas no fermentadas coincidía con la cosecha de la cebada; el Pentecostés, con la cosecha del trigo, y la fiesta de la recolección, con la cosecha general al término del año agrícola.

LOS AÑOS SABÁTICOS Y JUBILARES. Bajo el pacto de la Ley, cada séptimo año era un año de descanso completo para la tierra, un año sabático. Al período o semana de siete años se le llamaba un ‘sábado de años’. (Levitico 25:2-8) Cada año quincuagésimo era un año jubilar de descanso en el que se ponía en libertad a todos los esclavos hebreos y toda posesión hereditaria de tierra se devolvía a sus dueños originales (Levitico 25:10-41)

MÉTODO DE CONTAR LA GOBERNACIÓN DE LOS REYES. En los registros históricos de Babilonia se contaban los años de reinado o reinantes de un rey como años completos, comenzando a partir del 1 de Nisán. Los meses anteriores al 1 de Nisán durante los que el rey hubiera empezado a gobernar, se consideraban parte de su año de ascenso, pero históricamente se le atribuían al rey precedente como parte de su último año reinante. Si en Judá se siguió este sistema, como indica la tradición judía, entonces, cuando la Biblia habla

Pastora María de Machuca