Reflexión Pastoral 20 de Febrero

EL TIEMPO DE DIOS ES AHORA PARA SEGUIR AL REY DE REYES

LOS TIEMPOS EN LA BIBLIA. EL DÍA = 24 horas CRONOS  7 días. 24 horas (día y noche) Para los hebreos, el día se extendía desde una puesta del Sol hasta la siguiente. “Día”. El término “día(s)” también se usa con referencia al período de tiempo en el que vivió una persona en particular, como, por ejemplo, los “días de Noé” y los “días de Lot” (Lucas 17:26-30Isaías 1:1) Y Dios empezó a llamar a la luz Día, pero a la oscuridad llamó Noche.” (Génesis 1:4-5) En este caso, la palabra “Día” se refiere a las horas de luz solar.

En la Biblia, el día se divide en períodos naturales: el crepúsculo de la mañana u oscuridad matutina, justo antes de que comience el día (Salmo 119:1471º Samuel 30:17) la salida del Sol (Job 3:9) después viene la mañana (Génesis 24:54) el mediodía (Deuteronomio 28:291º Reyes 18:27Isaías 16:3Hechos 22: 6) y la puesta del Sol, que marcaba el final del día (Génesis 15:12Josue 8:29) y precedía al crepúsculo de la noche u oscuridad vespertina (2º Reyes 7: 5- 7) Día de 24 horas: “Siguió el diluvio sobre la tierra por cuarenta días” (Génesis 7:17) Día puede incluir estaciones: “Tiene que ocurrir en aquel día […] En verano y en invierno ocurrirá” (Zacarías 14: 8) Día puede significar muchos días: “El día de la siega”. “En los días de la siega del trigo.” (Proverbios 25:13 y Génesis 30:14) Día. 

En la Biblia la palabra “día” se usa con varios y diversos significados, tal como se aplica con diferentes sentidos en nuestros tiempos.

Una rotación completa de la Tierra sobre su eje mide un día de 24 horas. En este sentido, un día se compone del tiempo diurno y el tiempo nocturno, un total de 24 horas (Juan 20:19) Con todo, al período diurno mismo, que por lo general tiene un promedio de 12 horas, también se le llama día. “Y Dios empezó a llamar a la luz Día, pero a la oscuridad llamó Noche.” (Génesis 1:⁠5) Esto hace surgir el vocablo de tiempo “noche”, el período que generalmente tiene un promedio de 12 horas de oscuridad (Éxodo 10:13) Vemos otro sentido cuando la palabra “día(s)” se refiere a un espacio de tiempo que transcurre mientras existe alguna persona sobresaliente.

Por ejemplo, Isaías vio su visión “en los días de Uzías, Jotán, Acaz y Ezequías” (Isaìas 1:⁠1) y se dice que los días de Noé y de Lot fueron proféticos (Lucas 17:​26-30) Otro ejemplo del uso flexible o figurativo de la palabra “día” se halla en las palabras de Pedro respecto a que “un día es para con Jehová como mil años”. (2ª Pedro 3:⁠8) En el relato de Génesis, el día creativo es un período más largo aún… de milenios (Génesis 2:​2- 3; Éxodo 20:11) El contexto bíblico indica el sentido en que se aplica la palabra “día”.

Puede incluir verano e invierno, el paso de las estaciones (Zacarías 14:8) Por ejemplo, “El día de la siega” envuelve muchos días ( Proverbios 25:13 con Génesis 30:14) NOCHE Período de oscuridad transcurrido desde la puesta del Sol hasta el amanecer, designado por Jehová Dios como “Noche” (Génesis 1:5, 14) Entre la puesta del Sol y la oscuridad de la noche hay un corto período crepuscular, después del cual empiezan a verse las estrellas.

Los hebreos llamaron a ese tiempo né·schef, y parece que es al que se refiere la expresión “entre las dos tardes”, registrada en Éxodo 12:6 (Proverbios 7:9) De manera similar, el crepúsculo matutino aparece al final de la oscuridad de la noche hasta la aurora; a este fenómeno se le denomina con la misma palabra hebrea.

Por lo tanto, el escritor dice en el Salmo 119:147: “Me he levantado temprano en el crepúsculo matutino”. División hebrea. Los hebreos dividían la noche en vigilias. “Cuando me he acordado de ti sobre mi canapé, durante las vigilias de la noche medito en ti.” (Salmo 63:6) Puesto que en Jueces 7:19 se habla de una “vigilia intermedia de la noche

Pastora María de Machuca   

Reflexión Pastoral 13 de Febrero

EL TIEMPO DE DIOS ES AHORA PARA SEGUIR AL REY DE REYES

LOS TIEMPOS EN LA BIBLIA. SEMANA DE AÑOS (7 AÑOS) El propósito de las setenta semanas. La profecía contiene una declaración acerca del propósito séxtuple de Dios, de que se cumplan estos eventos. El versículo 24 dice que este propósito es 1) «para terminar la prevaricación», 2) «para poner fin al pecado», 3) «para expiar la iniquidad», 4) «para traer la justicia perdurable», 5) «para sellar la visión y la profecía», y 6) «para ungir al santo de los santos».

Observe que estos resultados se refieren a la erradicación total del pecado y al establecimiento de la justicia. La profecía de las 70 semanas resume lo que sucede antes de que Jesús establezca su reino milenario. Cabe destacar el tercer propósito de resultados: «para expiar la iniquidad». Jesús realizó la expiación para el pecado por su muerte en la cruz (Romanos 3:25; Hebreos 2:17)

El cumplimiento de las 70 semanas. Gabriel dice que el reloj profético comenzaría en el momento en que se expidiera el decreto para reconstruir Jerusalén. Serían 483 años a partir de la fecha de dicho decreto hasta el tiempo del mesías. Sabemos por la historia que la orden de «restaurar y reconstruir a Jerusalén», fue dada por el rey Artajerjes de Persia c. 445 a. C (ver Nehemías 2:1-8) La primera unidad de 49 años (siete «sietes»), cubre el tiempo que se necesitó para la reconstrucción de Jerusalén, «se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos» (Daniel 9:25) Esta reconstrucción se describe en el libro de Nehemías.

Utilizando las costumbres judías de un año de 360 días, los 483 años después del año 445 a.C., nos coloca en el año 30 d. C, que coincidirá con la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén (Mateo 21:1-9). La profecía en Daniel 9, especifica que, tras la finalización de los 483 años, «se quitará la vida al mesías» (versículo 26). Esto se cumplió cuando Jesús fue crucificado. Daniel 9: 26 continúa con una predicción que después de que al mesías se le quitara la vida, «el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario».

Esto se cumplió con la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C. «El príncipe que ha de venir», es una referencia al anticristo, que según parece, tendrá alguna conexión con Roma, ya que fueron los romanos los que destruyeron Jerusalén. La última semana de las 70 semanas. De los 70 «sietes», 69 ya se han cumplido en la historia.

Esto deja todavía un «siete» por cumplirse. El reloj profético se ha pausado, por así decirlo. El último «siete» de Daniel es lo que generalmente llamamos el período de la tribulación. La profecía de Daniel revela algunas de las acciones del anticristo, «el príncipe que ha de venir». El versículo 27 dice, «El gobernante firmará un tratado con el pueblo por un período de un conjunto de siete (NTV)» Sin embargo, «a la mitad de ese tiempo… él establecerá una abominación que causa desolación» en el templo.

Jesús nos advirtió de este evento en Mateo 24:15. Después de que el anticristo rompe el pacto con Israel, empezará un tiempo de «gran tribulación» (Mateo 24:21) Daniel también predice que el anticristo enfrentará un juicio. Él sólo gobierna «hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador» (Daniel 9:27). Dios sólo permitirá que el mal llegue hasta aquí, y el juicio que el anticristo enfrente ya ha sido planeado.

Pastora María de Machuca   

Reflexión Pastoral 6 de Febrero

EL TIEMPO DE DIOS ES AHORA PARA SEGUIR AL REY DE REYES

LOS TIEMPOS EN LA BIBLIA: SEMANA DE AÑOS (7 AÑOS) Período de siete años el último de los cuales era el año sabático, en el que se debía dejar reposar la tierra (Éxodo 23:10) en patente paralelismo con la semana de días (Éxodo 23:12) El ciclo de siete semanas de años culminaba con el año quincuagésimo, o jubileo.

La palabra jubileo significa un sonido animado peculiar de las trompetas de plata. Este sonido iba a ser hecho en la noche del gran día de la expiación; para la proclamación del evangelio de la libertad y de la salvación resulta del sacrificio del Redentor.

Se establecía que las tierras no deben ser vendidos fuera de sus familias. Sólo podían ser eliminados, por así decirlo, por contratos de arrendamiento hasta el año del jubileo, y luego devueltos a su dueño o su heredero. Esto tendió a preservar sus tribus y familias distintas, hasta la venida del Mesías.

La libertad de cada hombre ha nacido para, si vende o se pierde, debe devolver en el año del jubileo. Esto era típico de la redención por Cristo de la esclavitud del pecado y de Satanás, y de ser llevado de nuevo a la libertad de los hijos de Dios.

Todas las ofertas deben ser realizados por esta regla: No os engañe ninguno otro, no tomar ventaja de uno al otro de la ignorancia o necesidad, más tendrás temor de tu Dios. El temor de Dios que reina en el corazón, sería abstenerse de hacer el mal al prójimo palabra o de hecho. Se aseguró de que deben ser grandes ganadores, al observar estos años de descanso. Si tenemos cuidado de cumplir con nuestro deber, podemos confiar en Dios con nuestra comodidad. Esto fue un milagro para un estímulo para todos ni sembró o segada. Esto fue un milagro para un estímulo para el pueblo de Dios, en todas las edades, a confiar en él en el camino del deber.

No hay nada perdido por la fe y la abnegación en la obediencia. Algunos preguntaron: ¿Qué comeremos el séptimo año? Así, muchos cristianos anticipan males, cuestionando lo que han de hacer, y por temor a proceder en el camino del deber.

Pero no tenemos derecho a anticipar males, así como a la angustia a nosotros mismos acerca de ellos. Para mentes carnales podemos parecen actuar absurdamente, pero la senda del deber es siempre el camino de la seguridad SETENTA SEMANAS. La profecía de las «setenta semanas» o «setenta sietes», es una de las profecías mesiánicas más importantes y detalladas del antiguo testamento. Se encuentra en Daniel 9. El capítulo comienza con Daniel quien está orando por Israel, reconociendo los pecados de la nación contra Dios y pidiendo su misericordia. Mientras Daniel oraba, el ángel Gabriel se le apareció y le dio una visión sobre el futuro de Israel.

Las divisiones de las 70 semanas. Casi todos los comentaristas coinciden en que los setenta «sietes» deben entenderse como setenta «semanas» de años; en otras palabras, un período de 490 años. Estos versículos proporcionan una especie de «reloj», que da una idea de cuando vendrá el mesías y algunos de los eventos que acompañarán su aparición.

La profecía procede a dividir los 490 años en tres unidades más pequeñas: una de 49 años, una de 434 años, y una de siete años. La última «semana» de siete años, se subdivide por la mitad. Siete «sietes» es 49 años, sesenta y dos «sietes» son otros 434 años: 49 años + 434 años = 483 años.

 

Pastora María de Machuca   

Reflexión Pastoral 30 de Enero

EL TIEMPO DE DIOS ES AHORA PARA SEGUIR AL REY DE REYES

LOS TIEMPOS EN LA BIBLIA: CALENDARIO JULIANO Y GREGORIANO. En el año 1582 E.C. el papa Gregorio XIII introdujo una ligera revisión del calendario juliano: seguirían siendo bisiestos todos los años múltiplos de cuatro, con la excepción de los años seculares (los acabados en dos ceros) que solo se contarían como tales si el número de centenas era múltiplo de cuatro.

Por una bula papal, en 1582 se omitieron diez días, de manera que al 4 de octubre siguió el 15 de octubre.  Este calendario gregoriano es de uso común hoy día en la mayor parte del mundo. Aunque hoy en día los cristianos usan el calendario vigente en el país donde viven, son conscientes de que el Dios de la eternidad, Jehová, tiene su propio calendario de los acontecimientos, un calendario que no está regido por los sistemas humanos de contar el tiempo.

Como escribió su profeta Daniel, él cambia tiempos y sazones, remueve reyes y establece reyes, da sabiduría a los sabios y conocimiento a los que conocen el discernimiento. Revela las cosas profundas y las cosas ocultas, y sabe lo que está en la oscuridad; y con él de veras mora la luz (Daniel 2:21-22) Dios está muy por encima de nuestra Tierra, con su día y noche, sus ciclos lunares y su año solar.

Dios relaciona sus acciones y propósitos con estas medidas de tiempo para que sus criaturas terrestres sepan dónde están en relación con su gran calendario de acontecimientos. MESES LUNARES. La Biblia habla de “meses lunares” (Éxodo 2:2; Deuteronomio 21:13; 33:14; Esdras 6:15) Nuestros meses modernos no son meses lunares, pues no se determinan según la Luna. Son simplemente 12 divisiones arbitrarias del año solar.

Un mes lunar es un mes determinado según la luna nueva. Hay cuatro fases de la Luna, que componen una lunación de 29 días, 12 horas y 44 minutos como promedio. Basta con ver la forma de la Luna para saber aproximadamente qué día del mes lunar es. En vez de usar estrictamente meses lunares, parece que Noé puso por escrito sucesos conforme a meses de 30 días cada uno. Por el diario que Noé llevó en el arca, entendemos que las aguas del Diluvio siguieron anegando la Tierra por un período de cinco meses, o “ciento cincuenta días”. Después de 12 meses y 10 días, la Tierra se había secado, de modo que los pasajeros del arca pudieron salir.

Por lo tanto, aquellos sucesos trascendentales se escribieron con exactitud en cuanto a tiempo (Génesis 7:​11, 24; 8:​3, 4, 14-19) El mes en el calendario hebreo se basa en el ciclo que cumple la Luna al circunscribir por completo al planeta Tierra. Desde nuestro planeta el ojo humano puede percibir cuatro diferentes estados principales de la Luna, a saber: luna nuevacuarto crecienteluna llena o plenilunio y cuarto menguante.

Tal ciclo dura aprox.29 días y medio. Desde la Antigüedad, los antiguos hebreos sabían ya calcular la duración exacta de tal ciclo, estimando de acuerdo con sus conocimientos astronómicos que el periplo del satélite en torno al planeta Tierra, tenía una duración de ’29 días, 12 horas y otras 793/1080 de hora’ (es decir, otros 44 minutos y 3,33 segundos) siendo por consiguiente su error de cálculo sólo de medio segundo. Debido a que la cantidad de días en un mes debía ser exacta, el calendario hebreo emplea meses de 29 y de 30 días, intercalándolos.

Al fin del mes hebreo, la Luna está completamente a oscuras y no es visible desde la Tierra. Al despuntar el cuarto creciente, apenas se alcanza a ver a la Luna como una finísima guadaña y ella desaparece en el horizonte minutos después del ocaso: ello marca el inicio del mes hebreo.

 

Pastora María de Machuca   

Reflexión Pastoral 23 de Enero

EL TIEMPO DE DIOS ES AHORA PARA SEGUIR AL REY DE REYES

LOS TIEMPOS EN LA BIBLIA: CALENDARIO JULIANO Y GREGORIANO. En el año 1582 E.C. el papa Gregorio XIII introdujo una ligera revisión del calendario juliano: seguirían siendo bisiestos todos los años múltiplos de cuatro, con la excepción de los años seculares (los acabados en dos ceros) que solo se contarían como tales si el número de centenas era múltiplo de cuatro.

Por una bula papal, en 1582 se omitieron diez días, de manera que al 4 de octubre siguió el 15 de octubre.  Este calendario gregoriano es de uso común hoy día en la mayor parte del mundo. Aunque hoy en día los cristianos usan el calendario vigente en el país donde viven, son conscientes de que el Dios de la eternidad, Jehová, tiene su propio calendario de los acontecimientos, un calendario que no está regido por los sistemas humanos de contar el tiempo.

Como escribió su profeta Daniel, él cambia tiempos y sazones, remueve reyes y establece reyes, da sabiduría a los sabios y conocimiento a los que conocen el discernimiento. Revela las cosas profundas y las cosas ocultas, y sabe lo que está en la oscuridad; y con él de veras mora la luz (Daniel 2:21-22) Dios está muy por encima de nuestra Tierra, con su día y noche, sus ciclos lunares y su año solar.

Dios relaciona sus acciones y propósitos con estas medidas de tiempo para que sus criaturas terrestres sepan dónde están en relación con su gran calendario de acontecimientos.

MESES LUNARES. La Biblia habla de “meses lunares” (Éxodo 2:2; Deuteronomio 21:13; 33:14; Esdras 6:15) Nuestros meses modernos no son meses lunares, pues no se determinan según la Luna. Son simplemente 12 divisiones arbitrarias del año solar.

Un mes lunar es un mes determinado según la luna nueva. Hay cuatro fases de la Luna, que componen una lunación de 29 días, 12 horas y 44 minutos como promedio. Basta con ver la forma de la Luna para saber aproximadamente qué día del mes lunar es. En vez de usar estrictamente meses lunares, parece que Noé puso por escrito sucesos conforme a meses de 30 días cada uno. Por el diario que Noé llevó en el arca, entendemos que las aguas del Diluvio siguieron anegando la Tierra por un período de cinco meses, o “ciento cincuenta días”.

Después de 12 meses y 10 días, la Tierra se había secado, de modo que los pasajeros del arca pudieron salir. Por lo tanto, aquellos sucesos trascendentales se escribieron con exactitud en cuanto a tiempo (Génesis 7:​11, 24; 8:​3, 4, 14-19) El mes en el calendario hebreo se basa en el ciclo que cumple la Luna al circunscribir por completo al planeta Tierra. Desde nuestro planeta el ojo humano puede percibir cuatro diferentes estados principales de la Luna, a saber: luna nuevacuarto crecienteluna llena o plenilunio y cuarto menguante.

Tal ciclo dura aprox.29 días y medio. Desde la Antigüedad, los antiguos hebreos sabían ya calcular la duración exacta de tal ciclo, estimando de acuerdo con sus conocimientos astronómicos que el periplo del satélite en torno al planeta Tierra, tenía una duración de ’29 días, 12 horas y otras 793/1080 de hora’ (es decir, otros 44 minutos y 3,33 segundos) siendo por consiguiente su error de cálculo sólo de medio segundo. Debido a que la cantidad de días en un mes debía ser exacta, el calendario hebreo emplea meses de 29 y de 30 días, intercalándolos.

Al fin del mes hebreo, la Luna está completamente a oscuras y no es visible desde la Tierra. Al despuntar el cuarto creciente, apenas se alcanza a ver a la Luna como una finísima guadaña y ella desaparece en el horizonte minutos después del ocaso: ello marca el inicio del mes hebreo.

Pastora María de Machuca   

Reflexión Pastoral 16 de Enero

EL TIEMPO DE DIOS ES AHORA PARA SEGUIR AL REY DE REYES

LOS TIEMPOS EN LA BIBLIA: EL AÑO DE LOS ISRAELITAS. Al tiempo del éxodo de Egipto, Dios cambió el comienzo del año para la nación de Israel y decretó que empezara en el mes primaveral de Nisán. Sin embargo, el año seglar o agrícola seguía comenzando en otoño. –Nombre del mes Nisán (Abib) Corresponde a marzo-abril. Año sagrado 1.⁠er mes Año seglar 7.⁠mes. -Nombre del mes Iyar (Ziv) Corresponde a abril-mayo.

Año sagrado 2.⁠mes Año seglar 8.⁠mes. -Nombre del mes Siván Corresponde a mayo – junio. Año sagrado 3.⁠er mes Año seglar 9.⁠mes. -Nombre del mes Tamuz Corresponde a junio-julio. Año sagrado 4.⁠mes Año seglar 10.⁠mes. -Nombre del mes Ab Corresponde a julio-agosto Año sagrado 5.⁠mes Año seglar 11.⁠mes. -Nombre del mes Elul.  Corresponde a agosto-septiembre Año sagrado 6.⁠mes Año seglar 12.⁠mes. -Nombre del mes Tisri (Etanim) Corresponde a septiembre-octubre Año sagrado 7.⁠mes Año seglar 1.⁠er mes. -Nombre del mes Hesván (Bul) Corresponde a octubre-noviembre Año sagrado 8.⁠mes Año seglar 2.⁠mes Ref. 1º Reyes 6:38. Lluvias ligeras.

Nombre del mes Kislev Corresponde a noviembre-diciembre Año sagrado 9.⁠mes Año seglar 3.⁠er mes Ref. Nehemías 1:1. 25 fiesta de la dedicación. Aumentan las lluvias hay heladas y nieva en las montañas. -Nombre del mes Tebet Corresponde a diciembre-enero Año sagrado 10.⁠mes Año seglar 4.⁠mes Ref. Ester 2:16. Frio máximo, lluvias y nieve en las montañas -Nombre del mes Sebat Corresponde a enero-febrero Año sagrado 11.⁠mes Año seglar 5.⁠mes Ref. Zacarias 1:7. Menos frio siguen las lluvias. -Nombre del mes Adar Corresponde a febrero-marzo Año sagrado 12.⁠mes Año seglar 6.⁠mes Ref. Ester 3:7. 14 y 15 Purín. Frecuentes truenos y granizadas. -Nombre del mes Veadar Corresponde a (mes intercalar) Año sagrado 13.⁠er mes. mes que se añadía 7 veces en 19 años. Un año hebreo incluye un ciclo completo de las cuatro estaciones del año y a su vez, debe contar con un número exacto de meses lunares.

De esta manera, el año hebreo puede tener tanto 12 meses, año simple, como 13 año bisiesto. Hoy en día es sabido que las estaciones del año se deben a la traslación de la Tierra en torno al Sol, ciclo denominado en astronomía año trópico. Al ser el año trópico sensiblemente más largo que el año lunar de 12 meses, se iría corriendo la Pascua judía indefectiblemente hacia el invierno, contrariamente al precepto bíblico, si el año hebreo durase 12 meses de manera constante. Para evitarlo, se agrega un decimotercer mes a fin de año, cada vez que la diferencia acumulativa entre el año solar y el lunar, de unos 11 días por año, alcanza a formar un mes entero.

En tiempos de Cristo se usaba el año lunar de 354 días que luego se completaba con un mes llamado “lunación”. El año lunar tiene ciertas desventajas. Con once días menos del año solar, no coincidían las estaciones de frutos y los meses. De cuando en cuando tenían que arreglar la diferencia, pues si no los meses de verano ocurrirían en invierno. El emperador César observó que al año legal le faltaban 67 días, decretó que el presente año 45 sería de 445 días.

Y el año siguiente tendría 365 días. Los egipcios, cuyo año solar tenía 12 meses de 30 días, solucionaron el mismo problema añadiendo al año 5 días. Los judíos esperaron a que el error fuera de un mes, y entonces insertaron al año un mes extra llamado Veadar entre dos meses de primavera.

Pastora María de Machuca   

Reflexión Pastoral 9 de Enero

EL TIEMPO DE DIOS ES AHORA PARA SEGUIR AL REY DE REYES

LOS TIEMPOS EN LA BIBLIA: EL AÑO DE LOS ISRAELITAS. Al tiempo del éxodo de Egipto, Dios cambió el comienzo del año para la nación de Israel y decretó que empezara en el mes primaveral de Nisán. Sin embargo, el año seglar o agrícola seguía comenzando en otoño. –Nombre del mes Nisán (Abib) Corresponde a marzo-abril. Año sagrado 1.⁠er mes Año seglar 7.⁠mes. -Nombre del mes Iyar (Ziv) Corresponde a abril-mayo.

Año sagrado 2.⁠mes Año seglar 8.⁠mes. -Nombre del mes Siván Corresponde a mayo – junio. Año sagrado 3.⁠er mes Año seglar 9.⁠mes. -Nombre del mes Tamuz Corresponde a junio-julio. Año sagrado 4.⁠mes Año seglar 10.⁠mes. -Nombre del mes Ab Corresponde a julio-agosto Año sagrado 5.⁠mes Año seglar 11.⁠mes. -Nombre del mes Elul.  Corresponde a agosto-septiembre Año sagrado 6.⁠mes Año seglar 12.⁠mes. -Nombre del mes Tisri (Etanim) Corresponde a septiembre-octubre Año sagrado 7.⁠mes Año seglar 1.⁠er mes. -Nombre del mes Hesván (Bul) Corresponde a octubre-noviembre Año sagrado 8.⁠mes Año seglar 2.⁠mes Ref. 1º Reyes 6:38. Lluvias ligeras.

Nombre del mes Kislev Corresponde a noviembre-diciembre Año sagrado 9.⁠mes Año seglar 3.⁠er mes Ref. Nehemías 1:1. 25 fiesta de la dedicación. Aumentan las lluvias hay heladas y nieva en las montañas. -Nombre del mes Tebet Corresponde a diciembre-enero Año sagrado 10.⁠mes Año seglar 4.⁠mes Ref. Ester 2:16. Frio máximo, lluvias y nieve en las montañas -Nombre del mes Sebat Corresponde a enero-febrero Año sagrado 11.⁠mes Año seglar 5.⁠mes Ref. Zacarias 1:7. Menos frio siguen las lluvias. -Nombre del mes Adar Corresponde a febrero-marzo Año sagrado 12.⁠mes Año seglar 6.⁠mes Ref. Ester 3:7. 14 y 15 Purín. Frecuentes truenos y granizadas. -Nombre del mes Veadar Corresponde a (mes intercalar) Año sagrado 13.⁠er mes. mes que se añadía 7 veces en 19 años. Un año hebreo incluye un ciclo completo de las cuatro estaciones del año y a su vez, debe contar con un número exacto de meses lunares.

De esta manera, el año hebreo puede tener tanto 12 meses, año simple, como 13 año bisiesto. Hoy en día es sabido que las estaciones del año se deben a la traslación de la Tierra en torno al Sol, ciclo denominado en astronomía año trópico. Al ser el año trópico sensiblemente más largo que el año lunar de 12 meses, se iría corriendo la Pascua judía indefectiblemente hacia el invierno, contrariamente al precepto bíblico, si el año hebreo durase 12 meses de manera constante. Para evitarlo, se agrega un decimotercer mes a fin de año, cada vez que la diferencia acumulativa entre el año solar y el lunar, de unos 11 días por año, alcanza a formar un mes entero.

En tiempos de Cristo se usaba el año lunar de 354 días que luego se completaba con un mes llamado “lunación”. El año lunar tiene ciertas desventajas. Con once días menos del año solar, no coincidían las estaciones de frutos y los meses. De cuando en cuando tenían que arreglar la diferencia, pues si no los meses de verano ocurrirían en invierno. El emperador César observó que al año legal le faltaban 67 días, decretó que el presente año 45 sería de 445 días.

Y el año siguiente tendría 365 días. Los egipcios, cuyo año solar tenía 12 meses de 30 días, solucionaron el mismo problema añadiendo al año 5 días. Los judíos esperaron a que el error fuera de un mes, y entonces insertaron al año un mes extra llamado Veadar entre dos meses de primavera.

Pastora María de Machuca   

Reflexión Pastoral 2 de Enero

EL TIEMPO DE DIOS ES AHORA PARA SEGUIR AL REY DE REYES

LOS TIEMPOS EN LA BIBLIA. Para entender el mensaje a través de su palabra en estos últimos tiempos es necesario observarlo de los dos tiempos: Cronos. Tiempo terrenal, Kairós tiempo de Dios. Cronos marca cantidad, Kairós calidad.

Nuestro estudio del tiempo en la Biblia nos trae ahora a la expresión “año”. Esta se menciona desde el principio de la historia del hombre. “AÑO” PROFÉTICO. En la profecía bíblica se suele usar la palabra “año” en un sentido especial como el equivalente de 12 meses de 30 días cada uno, lo que da un total de 360 días para el año.

Observe lo que dice cierta autoridad al comentar sobre Ezequiel 4:5, 6: “Tenemos que suponer que Ezequiel conocía un año de 360 días. Este ni es un verdadero año solar ni es un año lunar. Es un año ‘promedio’ en el que cada mes tiene 30 días”  Al año profético también se le llama “tiempo”, y un estudio de Revelación 11:​2, 3 y12:​6, 14 revela que a un “tiempo” se le asignan 360 días.

En la profecía un año a veces también se representa simbólicamente con un “día”. (Ezequiel 4:​5-6) NINGÚN AÑO CERO. Los pueblos de la antigüedad, entre ellos los griegos instruidos, los romanos y los judíos, no tenían ningún concepto del cero. Para ellos, todo empezaba a contarse con el uno. Cuando usted estudió los números romanos en la escuela (I, II, III, IV, V, X, etc.) ¿aprendió una cifra para el cero? No, porque los romanos no tenían tal cifra.

Puesto que los romanos no usaban el número cero, la era común no comenzó con un año cero, sino con 1 E.C. Esto también dio lugar al arreglo ordinal de los números, como primero (1.⁠o) segundo (2.⁠o) tercero (3.⁠o) décimo (10.⁠o) y centésimo (100.⁠o) En las matemáticas modernas el hombre concibe que todo comienza desde nada o cero. Es probable que el cero haya sido inventado por los hindúes.

EL AÑO DE LOS ISRAELITAS. Al tiempo del éxodo de Egipto, Dios cambió el comienzo del año para la nación de Israel y decretó que empezara en el mes primaveral de Nisán. Sin embargo, el año seglar o agrícola seguía comenzando en otoño, veamos –Nombre del mes Nisán (Abib) Corresponde a marzo-abril. Año sagrado 1.⁠er mes Año seglar 7.⁠mes Ref. Éxodo 13:4; Nehemías 2:1 Fiestas 14 de Nisán Pascua 15-21 de Nisán Fiesta de las Tortas No Fermentadas 16 de Nisán Ofrenda de las primicias. El Jordán crece por las lluvias -Nombre del mes Iyar (Ziv) Corresponde a abril-mayo.

Año sagrado 2.⁠mes Año seglar 8.⁠mes Ref. 1 Reyes 6:1. Comienza la temporada seca cielo generalmente despejado -Nombre del mes Siván Corresponde a mayo – junio. Año sagrado 3.⁠er mes Año seglar 9.⁠mes Ref. Ester 8:9 Fiestas 6 de Siván Fiesta de las Semanas (Pentecostés) hace calor cielo despejado -Nombre del mes Tamuz Corresponde a junio-julio. Año sagrado 4.⁠mes Año seglar 10.⁠mes Ref. Jeremías 52:6. Aumenta el calor abundante roció en algunas zonas -Nombre del mes Ab Corresponde a julio-agosto Año sagrado 5.⁠mes Año seglar 11.⁠mes Ref. Esdras 7:8.

El calor llega a su punto máximo -Nombre del mes Elul.  Corresponde a agosto-septiembre Año sagrado 6.⁠mes Año seglar 12.⁠mes Ref. Nehemías 6:15 continua el calor -Nombre del mes Tisri (Etanim) Corresponde a septiembre-octubre Año sagrado 7.⁠mes Año seglar 1.⁠er mes Ref. 1 Reyes 8:2 Fiestas 1 de Tisri Día del toque de trompeta 10 de Tisri Día de Expiación 15-21 de Tisri Fiesta de las Cabañas 22 de Tisri Asamblea solemne. Termina el verano caen las primeras lluvias.

Pastora María de Machuca   

Reflexión Pastoral 26 de Diciembre

EL TIEMPO DE DIOS ES AHORA PARA SEGUIR AL REY DE REYES

LOS TIEMPOS EN LA BIBLIA: AÑO. MÉTODO DE CONTAR LA GOBERNACIÓN DE LOS REYESEn los registros históricos de Babilonia se contaban los años de reinado o reinantes de un rey como años completos, comenzando a partir del 1 de Nisán. Los meses anteriores al 1 de Nisán durante los que el rey hubiera empezado a gobernar, se consideraban parte de su año de ascenso, pero históricamente se le atribuían al rey precedente como parte de su último año reinante.

Si en Judá se siguió este sistema, como indica la tradición judía, entonces, cuando la Biblia habla de que los reyes David y Salomón reinaron respectivamente “cuarenta años”, hay que contar cuarenta años completos (1º Reyes 1: 39; 2:1, 10, 11; 11: 42) EN LA PROFECÍA. 

A menudo se usa proféticamente la palabra “año” como equivalente de 360 días: 12 meses de 30 días cada uno (Apocalipsis 11:2, 3) y a veces se emplean los términos “tiempo” y “día” para referirse a un “año”( Apocalipsis 12:6, 14; Ezequiel 4:5-6) Antes del Diluvio, Dios fijó en ciento veinte años la duración aquel mundo corrupto que habían producido los hombres y los ángeles rebeldes materializados (Génesis 6:1-3)  Noé, un hombre piadoso, contaba a la sazón 480 años (Génesis 7:6) No tenía hijos y no los tuvo por otros veinte años (Génesis 5:32) Mucho tiempo después, cuando los hijos de Noé se hicieron adultos y se casaron, Dios informó a Noé sobre su propósito de eliminar la maldad de la Tierra (Génesis 6:9-13, 18) A este hombre se le encomendó la misión de construir el arca y predicar a sus contemporáneos, pero ni siquiera entonces le reveló Jehová su horario (Génesis 6:14;2 Pedro 2:5) Para compensar el desfase que la imposición de esta regla puede conllevar en el delicado equilibrio del calendario; y una vez culminado el mes de Tishrei, durante el cual se suceden las principales fiestas judías, y especialmente aquellas que acarrean los problemas que el almanaque debe resolver (Rosh Hashaná, Yom Kipur, Sucot) se vuelve a equilibrar el calendario, agregando uno, dos o tres días en los dos meses, posteriores a Tishrei: los meses de Jeshván y Kislev. De esta regla surge, que existen tres tipos de año en el calendario hebreo: Año faltante (שנה חסרה, «shaná jaserá») en cuyo caso tanto el mes de Jeshván como el de Kislev tienen 29 días cada uno, de lo cual resulta que dicho año contará con 353 días. Año normal (שנה כסדרה, «shaná kesidrá») en cuyo caso Jeshván traerá 29 días en tanto Kislev vendrá con 30, de lo cual resulta un total anual de 354 días.

Año completo (שנה שלמה, «shaná shelemá») en cuyo caso tanto Jeshván como Kislev cuentan cada uno con 30 días, y por lo tanto se trata de un año con 355 días en su total. Los años bisiestos respectivos a cada uno de los tipos de años detallados, tendrán a su vez, sumado el mes agregado de Adar «A» que siempre cuenta con 30 días, 383, 384 ó 385 días. El calendario hebreo vuelve a repetir su ciclo, tomando en cuenta las variaciones en días, meses y años, una vez cada 247 años, con una pequeña diferencia de 50 minutos entre ambos. Para que la repetición entre dos años hebreos sea perfecta, tienen que transcurrir entre uno y otro nada menos que 689.472 años.

“AÑO” PROFÉTICO. En la profecía bíblica se suele usar la palabra “año” en un sentido especial como el equivalente de 12 meses de 30 días cada uno, lo que da un total de 360 días para el año. Observe lo que dice cierta autoridad al comentar sobre Ezequiel 4:5, 6: “Tenemos que suponer que Ezequiel conocía un año de 360 días. Este ni es un verdadero año solar ni es un año lunar.

Pastora María de Machuca   

Reflexión Pastoral 19 de Diciembre

EL TIEMPO DE DIOS ES AHORA PARA SEGUIR AL REY DE REYES

LOS TIEMPOS EN LA BIBLIA. Puesto que la Biblia indica la edad de Adán en años (Génesis 5:3-5) es razonable que la cuenta empezase al tiempo de su creación, y si verdaderamente ocurrió en otoño. explicaría hasta cierto grado la práctica antigua de comenzar el nuevo año en ese tiempo. Además, esta manera de contar los años encajaba con la vida agrícola de la gente, en especial en aquella parte de la Tierra, donde se concentraron tanto los pueblos antediluvianos como los que vivieron durante los primeros años posteriores al Diluvio.

El año terminaba con el último período de cosecha y empezaba con los trabajos de arar y sembrar a comienzos del actual mes de octubre.

AÑO SAGRADO Y AÑO SEGLAR. Al tiempo del éxodo de Egipto, Dios cambió el comienzo del año para la nación de Israel y decretó que empezara en el mes primaveral de Abib o Nisán (Éxodo 12:1-14; 23:15) Sin embargo, el año seglar o agrícola seguía comenzando en otoño, por lo que cuando en Éxodo 23:16 se habla de la fiesta de la recolección -que se celebraba en el séptimo mes otoñal del calendario sagrado, Etanim-, se dice que era “a la salida del año”, mientras que Éxodo 34:22 dice “al término del año”. De igual modo, las estipulaciones concernientes a los años de Jubileo muestran que estos empezaban en el mes otoñal de Etanim (Levitico 25:8-18) El historiador judío Josefo (del siglo I d.C.) dice que el año sagrado, que empezaba en la primavera, se empleaba para las observancias religiosas, mientras que el año seglar original, que empezaba en el otoño, se usaba con relación a las actividades de vender y comprar, y otros asuntos cotidianos. 

El regirse por un año sagrado y un año seglar fue especialmente notable en el período postexílico, es decir, después de la liberación de los judíos de Babilonia. El primer día de Nisán o Abib marcó el comienzo del año sagrado, y el primer día de Tisri o Etanim marcó el comienzo del año seglar. De manera que el primer mes de un calendario llegó a ser el séptimo del otro y viceversa.

LAS FIESTAS ESTABAN EN CORRELACIÓN CON EL AÑO AGRÍCOLA. Las ocasiones más importantes de cada año eran las tres grandes temporadas festivas decretadas por Jehová Dios: la celebración de la Pascua, el 14 de Nisán (seguida de la fiesta de las tortas no fermentadas); la fiesta de las semanas o Pentecostés, el 6 de Siván, y la fiesta de la recolección (precedida por el Día de Expiación) que se celebraba del 15 al 21 de Etanim.

La fiesta de las tortas no fermentadas coincidía con la cosecha de la cebada; el Pentecostés, con la cosecha del trigo, y la fiesta de la recolección, con la cosecha general al término del año agrícola.

LOS AÑOS SABÁTICOS Y JUBILARES. Bajo el pacto de la Ley, cada séptimo año era un año de descanso completo para la tierra, un año sabático. Al período o semana de siete años se le llamaba un ‘sábado de años’. (Levitico 25:2-8) Cada año quincuagésimo era un año jubilar de descanso en el que se ponía en libertad a todos los esclavos hebreos y toda posesión hereditaria de tierra se devolvía a sus dueños originales (Levitico 25:10-41)

MÉTODO DE CONTAR LA GOBERNACIÓN DE LOS REYES. En los registros históricos de Babilonia se contaban los años de reinado o reinantes de un rey como años completos, comenzando a partir del 1 de Nisán. Los meses anteriores al 1 de Nisán durante los que el rey hubiera empezado a gobernar, se consideraban parte de su año de ascenso, pero históricamente se le atribuían al rey precedente como parte de su último año reinante. Si en Judá se siguió este sistema, como indica la tradición judía, entonces, cuando la Biblia habla

Pastora María de Machuca